
La naturaleza nos
provee con un sinfín de alternativas para poder obtener energía renovable.
Podemos utilizar la luz del sol para poder crear energía solar, como también
podemos utilizar el agua para obtener energía hidráulica; de esta manera, no
tan solo se está ahorrando dinero a través del menor consumo de energía, sino
que también se esta protegiendo al ambiente. Un buen arquitecto siempre sebe
tomar en consideración sus alrededores para poder crear un buen diseño, como
por ejemplo la posición del sol, la localización del lugar, los elementos
naturales a su alrededor, etc. Tomando en cuenta todo esto es que finalmente un
arquitecto puede llegar a crear un diseño eco-amigable.
Un buen diseño
eco-amigable es aquel que utiliza todos los recursos naturales que se
encuentran en su entorno y los usa a su favor para poder ahorrar energía y
minimizar la huella ambiental que el diseño deja sobre el planeta. Un buen
ejemplo de esto es la Biblioteca Nacional de Singapur diseñada por el
arquitecto Ken Yeang; esta biblioteca tiene un sistema bioclimático que utiliza
todos los recursos de la naturaleza y los integra en el edificio para crear un
diseño eco-amigable. Otro ejemplo es como el arquitecto Peter
Zumthor crea los baños termales de Suiza integrando la naturaleza en estos
baños de piedra haciéndolos eco-amigables.
Con la integración de
la naturaleza con el diseño, podemos obtener resultados que son favorables
tanto para el ser humano como para el ambiente. La naturaleza provee los
recursos necesarios para que el diseño pueda ser inteligente o eco-amigable y
así poder ahorrar no solo dinero sino que también tiempo y esfuerzo. El diseño
eco-amigable debería ser parte esencial de toda estructura debido a que con
este hacemos una estructura eco-amigable que brinda beneficios tanto al hombres
como a la naturaleza.
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