¿Cómo un buen arquitecto puede pensar en “espacio
arquitectónico”, tomar en cuenta todos los elementos exteriores y los
materiales que va a utilizar para realizar un proyecto? Los arquitectos no
miran el espacio como espacio sino que lo miran como una oportunidad para
levantar una obra en tonalidad con el espacio positivo y negativo del lugar.
Así mismo, lo que verdaderamente define y da sentido a un espacio son los
materiales que se utilizan para construirlo el como entran en juego los
elementos exteriores para detallarlo. Con esto en mente, el espacio no puede
existir sin una relación directa con sus elementos y materiales.
Cuando a un arquitecto se le presenta una copa de
vino, este no esta pensando en lo lindo que se ve la copa, está pensando en el
espacio que esta define. Cuando el arquitecto Alvar Aalto diseño la Villa
Mairea lo hizo tomando en cuenta una serie de elementos fundamentales que
definen espacio como lo son los: muros, suelos, cubiertas, columnas, fosos,
etc. Estos elementos en conjunto son los que definen el espacio, pero todavía
hay la necesidad de “algo más”. Hay varias maneras para definir espacio en una
obra arquitectónica entre ellas están el uso de planos que crean superficies
que a su vez crean volúmenes. Estos volúmenes están definidos por la forma, el
tamaño, el color y la textura, los cuales se definen a su vez por los
materiales a utilizarse.
El espacio solo, no se puede definir usando únicamente
cuatro muros con un techo, en el entran en juego una serie de elementos y
materiales que le dan significado a la obra. En la realidad los materiales se
utilizan para brindar cierta protección del medio ambiente, controlar la
transferencia de energía y sonido, dar el soporte a la estructura y para
permitir o impedir las vistas externas o internas. Pero el arquitecto, ve más
allá de estas funciones primarias de los materiales y los utiliza a su
conveniencia para poder dar un sentido al espacio utilizando también elementos
exteriores como lo son la luz, la ventilación, el sonido, la temperatura entre
otros. Cuando el arquitecto Unwin Simon diseño los Baños termales de Vals, el
tomo en consideración todos los elementos que actuaban sobre estos para poder
así crear un ambiente agradable para las personas; tomo en consideración desde
la ubicación del lugar, hasta el tipo de textura y el ritmo que iba a llevar en
la piedra para definir el espacio. Si no fuera por estos pequeños detalles y su
cuidado al escoger los materiales de construcción estos baños termales no
serian lo mismo, comprobando así que no existe espacio arquitectónico alguno
que no tenga esta relación espacio-material.
En conclusión, para poder realizar una buena obra
arquitectónica, se requiere no tan solo pensar en como se va a definir el
espacio en términos del volumen, sino que también se requiere ponderar en el
tipo de materiales que se van a utilizar y el como estos afectan a los
elementos exteriores. Un pequeño detalle puede hacer toda la diferencia en
términos de definición no solo de espacio sino que también de significado. Una
iglesia no puede tener la misma iluminación que un estadio de football, como
así los baños termales de Vals no pueden tener la misma temperatura y textura
de una casa. Radica en estos pequeños detalles el significado que le brindamos
a las estructuras y es con esta relación espacio-material que se definen las
obras arquitectónicas.
No comments:
Post a Comment