Wednesday, October 3, 2012

Complejo arquitectónico


¿Cómo un buen arquitecto puede pensar en “espacio arquitectónico”, tomar en cuenta todos los elementos exteriores y los materiales que va a utilizar para realizar un proyecto? Los arquitectos no miran el espacio como espacio sino que lo miran como una oportunidad para levantar una obra en tonalidad con el espacio positivo y negativo del lugar. Así mismo, lo que verdaderamente define y da sentido a un espacio son los materiales que se utilizan para construirlo el como entran en juego los elementos exteriores para detallarlo. Con esto en mente, el espacio no puede existir sin una relación directa con sus elementos y materiales.
Cuando a un arquitecto se le presenta una copa de vino, este no esta pensando en lo lindo que se ve la copa, está pensando en el espacio que esta define. Cuando el arquitecto Alvar Aalto diseño la Villa Mairea lo hizo tomando en cuenta una serie de elementos fundamentales que definen espacio como lo son los: muros, suelos, cubiertas, columnas, fosos, etc. Estos elementos en conjunto son los que definen el espacio, pero todavía hay la necesidad de “algo más”. Hay varias maneras para definir espacio en una obra arquitectónica entre ellas están el uso de planos que crean superficies que a su vez crean volúmenes. Estos volúmenes están definidos por la forma, el tamaño, el color y la textura, los cuales se definen a su vez por los materiales a utilizarse.
El espacio solo, no se puede definir usando únicamente cuatro muros con un techo, en el entran en juego una serie de elementos y materiales que le dan significado a la obra. En la realidad los materiales se utilizan para brindar cierta protección del medio ambiente, controlar la transferencia de energía y sonido, dar el soporte a la estructura y para permitir o impedir las vistas externas o internas. Pero el arquitecto, ve más allá de estas funciones primarias de los materiales y los utiliza a su conveniencia para poder dar un sentido al espacio utilizando también elementos exteriores como lo son la luz, la ventilación, el sonido, la temperatura entre otros. Cuando el arquitecto Unwin Simon diseño los Baños termales de Vals, el tomo en consideración todos los elementos que actuaban sobre estos para poder así crear un ambiente agradable para las personas; tomo en consideración desde la ubicación del lugar, hasta el tipo de textura y el ritmo que iba a llevar en la piedra para definir el espacio. Si no fuera por estos pequeños detalles y su cuidado al escoger los materiales de construcción estos baños termales no serian lo mismo, comprobando así que no existe espacio arquitectónico alguno que no tenga esta relación espacio-material.
En conclusión, para poder realizar una buena obra arquitectónica, se requiere no tan solo pensar en como se va a definir el espacio en términos del volumen, sino que también se requiere ponderar en el tipo de materiales que se van a utilizar y el como estos afectan a los elementos exteriores. Un pequeño detalle puede hacer toda la diferencia en términos de definición no solo de espacio sino que también de significado. Una iglesia no puede tener la misma iluminación que un estadio de football, como así los baños termales de Vals no pueden tener la misma temperatura y textura de una casa. Radica en estos pequeños detalles el significado que le brindamos a las estructuras y es con esta relación espacio-material que se definen las obras arquitectónicas.

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